Calatrava es una de las grandes figuras del progresismo español de la primera mitad del siglo XIX. Sus relaciones políticas con La Rioja son muy tangenciales. Como hay una amplia bibliografía sobre el mismo, nosotros vamos a recoger una biografía de un clásico del género, Hernando de Acevedo, publicada en el diario madrileño El Día.

"El Día" (28 febrero 1901)

"La modestia, la caridad, la honradez y el amor a la patria, fueron durante su larga existencia los lemas del ilustre hijo de Mérida (Badajoz) Don Ramón María Calatrava, cuya vida estuvo constantemente al servicio de la patria, en su juventud, peleando contra las huestes napoleónicas como teniente de artillería de las milicias de su ciudad natal, y en la edad madura como Ministro de Hacienda y representando a diversos Distritos, bien en la Cámara popular, bien en el Senado.

Calatrava estudió filosofía en el seminario de Badajoz y teología en el colegio de dominicos de Mérida, con el fin de hacerse eclesiástico; pero antes de recibir órdenes sagradas cambió de pensamiento y 1785 entró al servicio del Estado en la Contaduría de la mesa Menestral. Al registrarse los sucesos de 1808 fue nombrado Teniente de artillería de las milicias y esto le dio motivo para poner de relieve su valor cuando Mérida fue asediada y tomada por las tropas de Bonaparte.

Durante la guerra de la Independencia la vida de Calatrava fue una continuada serie de peripecias y desventuras, y lo mismo en los primeros años del reinado de Fernando VII, especialmente en las épocas en que los reaccionarios eran poder, a consecuencia de sus ideas liberales, por las que en 1823 tuvo que emigrar a Inglaterra, donde vivió hasta la muerte de aquel monarca.

A su regreso a la madre patria fue repuesto en su destino de oficial mayor de la secretaria de Hacienda, y a los pocos años, en 1836 próximamente, recibió el nombramiento de comisario regio en Cuba y Puerto Rico, cargo que rehusó alegando motivos de salud.

En 1842 se encargó de la cartera de Hacienda y aunque su gestión de Consejero no registró páginas de gran valor, tampoco las tuvo censurables, gracias a su discreción, inteligencia y saber en los negocios administrativos. A la caída de Espartero dimitió su cargo de Ministro, y desde entonces hasta 1868 vivió completamente retirado de la vida pública, a la que le volvió el gobierno revolucionario al nombrarle consejero de Estado y presidente de la sección de Hacienda y Ultramar.

Además de los de Senador y Diputado, D. Ramón María Calatrava, que falleció a los noventa años -había nacido el 26 de abril de 1786- el día 28 de febrero de 1876, desempeñó varios cargos honoríficos, entre otros el de secretario del rey con ejercicio de decretos, que le confirió Fernando VII, así como la Cruz de Carlos III y el de consejero del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Madrid".