2. Visita de 1925 
  En la segunda, se acerca un Rey estigmatizado 
            por el consentimiento de una dictadura de militares -y revestido como tal-, que repugnaba 
            a buen número de ciudadanos.
            
			
            Cuando Alfonso XIII vuelve a Logroño en octubre de 1925, se trata 
            de una visita rápida, casi de tapadillo, aprovechando que se 
            celebraba una exposición  de productos riojanos en la 
Escuela 
            de Artes y Oficios de la ciuadad. También hay, como siempre, 
            banderas en los balcones, y hasta una demostración aérea 
            de cuatro aeroplanos que sobrevolaron la ciudad de Logroño, 
            conseguidos por el Gobernador con dificultades. Pero sus recuerdos 
            gráficos más abundantes son las visitas realizadas a las 
Bodegas 
            Franco Españolas y la Tonelería Riojana. Las "multitudes", 
            si existieron, no aparecen por ninguna parte. Evidentemente 
los adictos 
            al dictador y a la 
Unión Patriótica estaban en primera línea, 
            pero poquitos más aclamaron al Rey Y aún no se había 
            producido ni la relajación de la Dictadura ni la eclosión 
    del republicanismo. Ambas llegaron un poco más tarde.