Domingo Martínez de Pisón y Coca es uno de los modelos de riojanos, y fueron muchos, de las "generaciones políticas isabelinas". Pertenece a una familia profundamente interesada en las cuestiones económicas, administrativas y políticas, desde antes que naciera como provincia de Logroño en el año 1822, en el Trienio Liberal, lo que entonces, sus naturales, conocían con el nombre de "País Rioxano".
Su padre Don José, Marqués del Puerto, llegado como tantos otros de Navarra, enlaza por vía matrimonial con terratenientes riojanos de Navarrete, y los intereses provincialistas de estas fechas le atraen al liberalismo costitucionalista del Trienio. Por ello es uno de los comisionados, en su caso del Partido de Haro, que aceleraron las reinvindicaciones para que La Rioja fuera incluida como nueva provincia en el mapa administrativo votado en las Cortes. En nombre de los riojalteños, el Marqués del Puerto, firma los poderes para que se presione en la Cámara en favor del objetivo, que en estas fechas hace de La Rioja una nueva provincia del Reino, con capital propia en Logroño. La experiencia fue muy efímera, pero quedó en la memoria familiar de los Martínez de Pisón, y en la de otros muchos hacendados riojanos, la forma de régimen que lo hizo posible.
Don Domingo, liberal
"bravomurillista"
El Marqués del Puerto, Don Domingo, que tratamos en esta página, se sumó también al liberalismo reorganizado a la muerte de Fernando VII. Nacido en la casa solariega de Casalarreina en plena guerra contra los franceses (10 de febrero de 1811) vivó desde niño todo el proceso de novedades políticas e ideológicas de estas primeras décadas del nuevo siglo XIX. Como su progenitor abrazó el liberalismo en todo, pero no dejó de escriturar, en los Registros de Propiedad, ni una sola de sus amplias posesiones semifeudales en los años de las reformas fiscales de Mon, y en esta senda se prestó muy pronto también para organizar su defensa.