Es posible que sucediera con este segundo restablecimiento de los límites
de 1822 lo mismo que con el de 1836. Y que en consecuencia el Decreto
de 1841 del Regente del Reino e Hijo adoptivo de Logroño, General Espartero,
no llegara a ponerse en práctica. Y si no se pudo alcanzar en los años del omnímodo poder del "Pacificador
de España", mucho menos se haría en cualquier otro momento. Que nosotros
sepamos, ni siquiera se lo llegaron a proponer. La conciencia provincialista
riojana había cumplido su cometido, pero la memoria histórica fue muy
floja, y quizás aún hoy también lo siga siendo.
Ahora el provincialismo riojano tenía una gran oportunidad de consiguir otra vez que su provincia tornara
a los límites de 1822. Su convecino, el Duque de la Victoria, Baldomero
Espartero, estaba en la cima del poder político como Regente del Reino.
Un Decreto suyo, del 12 de octubre de
1841, dirigido al Sr. Ministro de la Gobernación de la Península decía lo siguiente:
"Sin perjuicio de lo que resuelvan las Cortes en el arreglo definitivo
de la división territorial y no obstante lo dispuesto en la circular de
17 de agosto último, atendiendo a la conveniencia pública y al mejor servicio
del Estado, he tenido a bien como Regente del Reino durante la menor edad
de la Reina Doña Isabel II y en su Real nombre, restablecer la demarcación
de límites de la provincia de Logroño que le fueron asignados por decreto
de las Cortes de 27 de Enero de 1822. Tendreislo entendido y lo comunicaréis
a quien corresponda".
Para darlo a conocer, en el Boletín Oficial de la Provincia, se
imprimieron los límites que corresponderían a la provincia de Logroño
en conformidad con lo decretado por las Cortes del Trienio, así como una
Nota de los pueblos que se agregaban a ella de las Provincias de Álava,
Navarra, Burgos y Soria.
Al cotejar estos dos documentos y el de 1822 encontramos varias diferencias.
En primer lugar la actualización formal de los nombres de las provincias
confinantes. Guipúzcoa se sustituye por Vitoria y Navarra por Pamplona,
como Aragón por Zaragoza. En segundo, la desigual enumeración de los puntos
cardinales: en 1822 se inicia por el septentrión, continúa con el occidente
y después con el límite meridional, para cerrarse por oriente; y en 1841
arranca con el límite meridional, seguido del occidental y septentrional,
para concluir con el oriental. En tercero, y lo más destacado, es que
en la Nota de los pueblos se añaden a la provincia de Logroño tres núcleos
poblacionales más de los diecinueve anteriores de Álava: La Aldea, La
Población y Marañón. Se integraban de Burgos veintidós poblaciones; de
Navarra las cinco de 1822 y se cita también Casa Castejón; y de Soria
treinta y seis, con el añadido de Ontalbaro.
1. RESTABLECIMIENTO JAVIER DE BURGOS
2. RESTABLECIMIENTOS. DESPUÉS SARGENTOS DE LA GRANJA