La prensa regional, nacional e incluso internacional da cuenta de los hechos
que pasaron a conocerse como la "catástrofe de Torremontalbo".
"El tren traía dos máquinas; había salido la primera del puente de Torremontalbo
y la parte anterior de la segunda cuando se hundió el trozo de puente desde
la última cepa y el muro final. En ese espacio que apenas mide siete u ocho
metros cayeron todos los vagones que componían el tren"
El descarrilamiento tuvo un eco unisitado en toda España y fue un
modelo de respuesta humanitaria a una catástrofe de grandes proporciones.
El Alcalde de Cenicero, la población más cercana, el republicano
señor Montejo, exhortó a todos sus habitantes para que acudieran
al lugar a trabajar y a auxiliar a las víctimas y heridos, y así
lo hicieron.
Los heridos fueron tratados en Cenicero y en Logroño,
y permanecieron durante muchos días en casas particulares de ofrecimiento
voluntario. Los menos graves fueron trasladados a Logroño y los otros quedaron
ingresados en el Hospital Municipal de Cenicero y en otro provisional montado
en las Escuelas de niños, atendidos por la Asociación La Caridad
y de San Vicente de Paúl