No es una línea excesivamente larga, pero es muy significada por dos aspectos: las regiones que cruza y los enclaves que enlaza. Los coetáneos no dejaron de puntualizar ambos detalles.
En el párrafo inmediato de "
La Gazeta de los Caminos de Hierro" se resume bien:
"Atravesando parte de la fértil Rioja, penetrando en los no menos fértiles campos del mediodía de Navarra, uniéndose en Tudela con la que parte de Zaragoza, no solamente recorre en su trayecto la línea de Bilbao a Tudela, comarcas feracísimas, sino que se pone en fácil comunicación la central y en inmediato contacto con los puertos del Mediterráneo, princialmente con la vasta e importante plaza de Barcelona. Es la primera que combina, por decirlo así, en el Norte de España el comercio terrestre con el marítimo, la primera que dilata las costas del Océano y borra los antiguos límitess de la Península".
Estación de Logroño. Foto: Laurent
En términos similares lo hace la crónica de "
El Clamor Público":
"Este fausto acontecimiento, que pone a la capital de Vizcaya en inmediato contacto con las provincias de Logroño, Navarra, Zaragoza, Lérida y Barcelona; que establece una comunicacion directa, breve y espedita entre el Mediterráneo y el mar Cantábrico, es el anuncio de una era de prosperidad para una parte muy considerable de la Península, y con especialidad para la plaza mercantil de Bilbao, llamada a un porvenir brillante y no muy lejano, si el Gobierno la tiende, como debe tenderle, una mano protectora."