Durante el trienio del 'Segundo período Constitucional' (1820-1823) -los tiempos de Riego- hay un grupo de riojanos influyentes residentes en la 'Villa y Corte de Madrid', que de una u otra manera participan en las preocupaciones generales de toda la región durante las últimas décadas del XVIII y las tres primeras del XIX. Entre ellas cabe mencionar a Mateo Valdemoros de la Cruz de Alfaro; a Martín Fernández de Navarrete y Jiménez de Tejada de la Villa de Ábalos; a Pedro González Vallejo de Soto de Cameros; a Manuel García Herreros y Sáenz de Tejada de San Román de Cameros; ... y algunos otros.
De Valdemoros escribe Pérez Galdós, en uno de sus Episodios Nacionales, El Grande Oriente, relacionado con el año 1821, que es “un hombre casi anciano, masón, bastante listo y de mucha práctica en los negocios administrativos”.
Efectivamente, en 'los tiempos de Riego', en el año que Valdemoros perteneció a la 'Junta Provisional Gobernativa' -9 de marzo de 1820- así como casi al final de su vida, el 4 de marzo de 1821, cuando fue incluido en el segundo gobierno del Trienio Liberal como Ministro de la Gobernación, era 'casi anciano', un sexagenario que había nacido en 1758, según los numerosos 'papeles' que existen sobre él en Archivo del Congreso de los Diputados. Y, sin duda, había alcanzado antes 'mucha práctica en los negocios administrativos' según su apretado 'curriculum vitae' que resumiremos. Que fue 'masón' y 'listo', según Pérez Galdós, lo damos por supuesto por su constante participación e influencia en la vida política y cultural a lo largo de toda su vida, en especial, en relación con el segundo calificativo, el de ser 'listo'.
Se forma como jurista en la Universidad de Zaragoza y con unos cuarenta años empezó su carrera política y administrativa que no cesó hasta su muerte en Valls (Tarragona), el 5 de agosto de 1821.
En 1797 era Corregidor de Guadalajara. Desde 1804, y al menos hasta 1808, fue ministro agregado a la Real Audiencia de Mallorca, como asesor togado de las islas de Ibiza y Formentera y encargado de la Subdelegación de Rentas y Judicatura del Real Patrimonio de las mismas. En 1807 es nombrado por Carlos IV alcalde de Casa y Corte. Más adelante lo encontramos como fiscal de la Audiencia Territorial de Madrid, siendo nombrado a principios de 1813 Jefe Político de Mallorca. Fueron, al parecer, razones políticas relacionadas con su elección como Diputado Suplente por Soria para las Cortes de Cádiz, las que determinaron que un poco más tarde, el 13 de agosto de 1813, fuera designado para el mismo cargo en la provincia de Valencia.
En Valencia, además de presidir como Jefe Político la Diputación Provincial, fue nombrado presidente de la Academia Nacional de Nobles Artes en septiembre de 1813 y en enero del año siguiente director de la Real Sociedad Económica de Amigos del País. Y estaba en Valencia como Jefe Político el 4 de mayo de 1814 cuando Fernando VII y los '69 persas' declararón nulo y sin ningún valor todo lo relacionado con las Cortes de Cádiz.
Esta vuelta y decisión de Fernando VII conllevó su destitución y posterior traslado a Barcelona, donde vivió recluido y apartado de la vida política hasta el restablecimiento del sistema liberal en 1820.
Es 'en los años de Riego' cuando su figura se acrecienta.
Jurada la Constitución por el Rey se formó una 'Junta Provisional' para la Gobernación del Reino -Gaceta Extraordinaria de Madrid, nº 34, 9 marzo de 1820, p. 251) y en ella estaba Mateo Valdemoros junto a otros nueve nombres destacados. En la más alta e influyente representación política nacional entraba un riojano de Alfaro, que sin duda, de algún modo, velaba por los intereses de su tierra. También fue elegido, con 70 votos de Diputados, de los 130 emitidos, como miembro del 'Consejo de Estado' el 31 de octubre de 1820. (Acta de la Sesión secreta de las Cortes, 31 octubre 1820, p. 31) Finalmente el 1 de marzo de 1821 llegaba a Ministro de la Gobernación aunque fuera sólo por un par de meses.
Se han puesto muchos 'peros' para explicar su cese.
Antes, cuando las Cortes de Cádiz, se movió e involucró en el ambiente politico del momento íntimamente relacionado con La Rioja, cuando su población natal, Alfaro, pertenecía a la provincia de Soria. Sus influencias le llevaron a ser elegido Diputado Suplente por Soria en las elecciones del 21 de diciembre de 1812 sin llegar a tomar posesión. El hecho parece que estuvo relacionado con otro de los personajes riojanos destacados del momento, el serrano de San Román de Cameros, Manuel García Herreros, que había sido electo como Suplente de Soria -por sorteo de tres-, en septiembre de 1810, y venido participando desde el comienzo de las Cortes de Cádiz con gran efecto y consideración. Los 'roces' entre uno, Manuel García Herreros, y otro, nuestro personaje, fraguaron en una 'componenda' por la que 'el Numantino', es decir García Herreros, continuaba en las Cortes y Valdemoros era promovido a un alto cargo, como era ascender a Jefe Político de Valencia.
Por aquí, parece, que Pérez Galdós calificara a nuestro personaje de 'listo' en su Episodio Nacional 'El Grande Oriente'.
Que Pérez Galdós 'define bien' a Mateo Valdemoros cuando publica su Episodio Nacional,
El Grande Oriente, en 1875, se refrenda con la decisión que toman, el 22 de julio de 1820, los 'Comisionados de los Partidos de la 'Rioxa' al dar poder para "hacer una enérgica y sumisa representación y súplica al Supremo Congreso Nacional actualmente congredado en sus Cortes Generales" y para que "hagan las veces por los diputados comparecientes y por el País Rioxano de quien éstos se hallan autorizados" y entre ellos está nuestro biografiado "Don Mateo Valdemoros, individuo que fue de la Junta Provisional de Gobierno hasta la instalación de las mismas Cortes".
Sus paisanos y coetáneos riojanos, sin duda, conocían su dilatada carrera administrativa y política; que era 'listo'; y que se preocupaba de las inquietudes y bienes de su tierra natal, y por ello lo incluían, junto a otros tres más, en el papel de 'influencer' -como se dice ahora- en las Cortes.
'EXTERMINIO DE LA ESPAÑA' - Hacia el nacimiento de la Provincia