Banco de España de Logroño capital
El 26 de enero de 1885 se inauguró
la Sucursal del Banco de España en Logroño con la clasificación
de 3ª categoría. Su único Director durante todos los
años del siglo XIX fue Julio Morga Íñiguez. Pertenecen
al Consejo de Adminstración las personas más destacadas
de la economía y la política de la ciudad: José Herreros
de Tejada, Amós Salvador Rodrigáñez, Felipe Fernández
Urrutia, Antonino Castroviejo, Saturnino Íñiguez Bretón,
Melitón Herreros Hidalgo, Ildefonso San Millán, Gregorio
García Escudero.
El número de acciones de la Sucursal de Logroño ronda el millar durante
los años finales del siglo XIX. El número de accionistas crece a
medida que nos acercamos al nuevo siglo y entre ellos están las familias
y personas más conocidas de Logroño en el momento. Encontramos
a banqueros destacados o herederos de Casas de Banca anteriores, ahora desaparecidas,
(Pedro Etcheverría, Leopoldo Moreno, Herrero y Riva, José
María Herreros de Tejada); a herederos de políticos destacados
en la España isabelina (hay Olózagas, Gurreas, Orovios,, Manso
de Zúñiga); apellidos de la burguesía emergente de
la ciudad (Ulargui, Íñiguez Carreras, Quemada, Aragón,
García Jalón, ...)
La Sucursal tuvo en sus tres primeros años un esperanzador desarrollo. 1887 es el más brillante en todas sus operaciones. En años posteriores fueron debilitándose paulatinamente, hundiéndose a partir de 1892, cuando se crea la Sucursal de Haro.
El total de activo de la Sucursal de Logroño ronda los seis millones hasta
por lo menos el año 1892, y llega a doblarse en los primeros años del nuevo
siglo. No obstante el activo se debe a las desorbitadas cantidades de encaje,
tanto en metálico como en billetes, que alcanza en 1892 nada menos que un
83%. A partir de este mismo año de 1892 encontramos que la Sucursal
sólo funciona como un Banco de depósitos, ya que su actividad
financiera es muy reducida.
Banco de España de Haro
1892
Haro
fue una de las pocas ciudades españolas que no siendo capital de provincia tiene Banco de España antes de finalizar el siglo XIX. La pujanza económica después del "boom" de la viña y el vino durante los años de la invasión de la filoxera en Francia dio lugar a acumulación de capitales de manera acelerada, tal como ponen de manifiesto los informes de los inspectores del Banco de España antes de su creación. Esto hizo que se creara en Haro en 1892 una Sucursal que supuso el traslado de los fondos de los jarreros que estaban en la de Logroño a la casa de su ciudad. La duplicidad dio lugar al debilitamiento de las dos Sucursales instaladas en La Rioja. En especial en los momentos de la 'crisis de la filoxera'.