La primera década del siglo XX en La Rioja estuvo cargada de tragedias de todo tipo: la filoxera arrasa los viñedos; en 1903 muere su gran mecenas Práxedes Mateo Sagasta y en verano de este mismo año descarrila en Torremontalvo el tren correo con más de cuarenta muertes, ... Si faltaba algo, mueren: en 1904, el reportero estrella de "La Rioja" Fray Cirilo; y en 1907, uno de los cajistas más honrado de la misma empresa, Florencio del Valle, que es, además, uno de los líderes del "movimiento obrero" logroñés en los años puentes entre los dos siglos. No es estraño que la emigración fuera una de las salidas preferidas para superar los males. Sin embargo, o por ello, en esta mismas década triunfan en Madrid y en Valencia nuestros actores y entre ellos algunos de los miembros de la familia Uliverri a los que dedicamos esta página.
Eulalia, o Benigna, comienza sus actividades de canto y teatro en su ciudad natal siendo una niña. Ocupa los escenarios de Centros de Recreo locales, como "El Círculo Logroñés" en 1883, de la mano de Hipólito Rodríguez, y algunos años después actúa en beneficios de actores locales, como Inocente Ramírez (1889), y en beneficios por desastres naturales, como el de Almería y Consuegra, cuando estaba Sagasta de visita en la ciudad (1891).
Sus éxitos y triunfos en Logroño le abren el camino para trasladarse a la Corte.
Eulalia debuta en el año del desastre, 1898, en el Príncipe Alfonso de Madrid, apadrinada por su paisana Lucrecia Arana, cuando ésta empezaba a ser famosa. A partir de aquí hace giras por toda España, con buen sueldo, en la Compañía de Valentín González, pasando en una de ellas por Logroño para triunfar en su tierra.
La vida artística de los hermanos Uliverri, Eullaia y Severo, se consagra en el Martín, al que "levantan" como local· de espectáculos con sus actuaciones, Las revistas madrileñas más acreditadas les dedican páginas y se ocupan de sus estrenos. Recogemos algunas imágenes de sus presentaciones, bien de Eulalia, con otros actores, o bien de Severo con su hermana actuando en las mismas funciones.
Entre las obras que alcanzaron más popularidad se han de citar la zarzuela "El aderezo de perlas", "La Virgen de Utrera" y "La noche de las flores" en 1909, "La hermana Piedad" de 1910 y "Jipijapa" de 1911.
Son muy alavadas algunas de las obras en que trabajan los dos hermanos juntos. Entre ellas siempre se destaca "La Leyenda mora", que se convirtió en una nueva forma de representación, según destacaron los críticos, y que hizo que progresivamente los espectadores retornaran al Martín.
Pero también alcanzaron éxito con el "Clown Bebé" (1910) de la que se ocupó la revista "Comedias y Comediantes", como ya lo habían hecho en otras ocasiones y con otras representaciones publicaciones tan acreditadas como "El arte de El Teatro" o "El Nuevo Mundo" .