La Rioja Provincia
1
Esparteroo Hacendado riojano
2
Don Práxedes el mecenas
3
El siglo de las dos XX
4
La II República en Logroño
5
Cuarenta años de dictadura
6
Memoria de fin de siglo
7
Cultura en La Rioja
8
La Rioja en las Exposiciones
9
Pelota Historia
10
Los golpistas cambian los nombres de las calles
11
Movimiento socialista
Líderes obreros
Buscar

El movimiento obrero riojano

Tipógrafos logroñeses: Florencio del Valle, cajista de "La Rioja"

Florencio del Valle

El socialismo riojano nace, como en casi todas las regiones españolas, por la inquietud organizativa de los tipógrafos, litógrafos y oficios similares de "El Arte de Imprimir".

Se pueden distinguir tres etapas en la acción de los tipógrafos de Logroño:

:: Una primera orientada por la inquietud para organizarse influidos por socialistas de "fuera", tales como Toribio Reoyo o los socialistas aragoneses. Se inicia en 1878 y termina con la creación de "La Gráfica. Sociedad Tipográfica de Logroño" el 1 de abril de 1882. Son los años en que destacaron tipógrafos como Esteban Pancorbo y Tomás Escribano, en especial, que trabajan casi todos en la logroñesa Imprenta Menchaca.
:: Una segunda marcada por la creación de una Sociedad de Resistencia, que fracasa.
:: Una tercera definida por la reorganización escasa en número de socios, pero sólida en ideales e intereses comunes de clase, que terminan, a su vez, organizando a los obreros logroñeses con la formación de La Unión Obrera, que supuso el influjo definitivo del movimiento obrero provincial en los años noventa del siglo XIX y los primeros del nuevo siglo. Otorgándoles apoyo moral estuvo Pablo Iglesias en Logroño el año 1893.

Florencio del Valle pertenece al grupo de tipógrafos logroñeses de los años puente de finales y principios de siglo. Trabaja como cajista en el periódico "La Rioja". Le encontramos hablando en el mitin del baile "El Redal", después del primer intento de huelga general en Logroño en el verano de 1904, y un año después, como uno de los tres integrantes de la cantidatura obrera socialista a las elecciones municipales de Logroño.

De niño había asistido a un centro de enseñanza confesional y de joven se fue formando de manera autodidacta a base de lecturas y conferencias. Es un ejemplo más de los líderes obreros españoles del movimiento socialista de finales del XIX y principios del XX.

Obituario
("La Rioja" - 27 enero 1907)

"Víctima de una pulmonía ha fallecido esta madrugada Don Florencio del Valle, cajista de nuestra imprenta. Muere en la flor de su edad, dejando a su viuda con tres hijos, a quienes acompañamos en su dolor.
Era un buen operario, honrado, laborioso, inteligente y buen padre de familia.
El entierro se verificará esta tarde a las tres y media.
¡Descanse en paz!"
Entierro en el "Cementerio Civil de Logroño"
"El domingo, a las cuatro de la tarde, se verificó el entierro del que fue laborioso y honrado cajista de nuestra imprenta don Florencio del Valle.
Pocas veces se ha visto tanta gente formando el acompañamiento del cadáver: personas de todas clases, predominando, como es natural, los obreros, constituían un nutridísimo grupo que siguió hasta el cementerio
El entierro fue civil: la caja, forrada con la roja bandera de la Sociedad Tipográfica, de la que fue Presidente, ostentaba varias cintas de sus compañeros, en hombros de los cuales fue conducido al cementerio civil.
Como en éste con cabía toda la concurrencia, tuvieron que quedarse fuera la mayor parte.
Al descender el féretro a la fosa, el Presidente del Centro Obrero señor Illera ensalzó las condiciones que en vida adornaron al pobre Valle, y protestó contra aquellas distinciones de cementerio civil y cementerio católico, deseando que llegase pronto el día en que, derribando las tapias que los separan, puedan todos estar juntos después de muertos, como lo están en vida, rezando los sacerdotes en las tumbas de los católicos y respetando las demás.
A continuación, muchas de las personas que asistieron al sepelio y todos los obreros desfilaron por su Centro, donde se había abierto una colecta a favor de la viuda e hijos del finado, que produjo 96,25 pesetas.

¡Descanse en paz!"