Culto e inquieto financiero
Su señor padre, D. Pedro, le legó una sólida organización financiera, pero más aún una excelente formación en el extranjero. Aprendió idiomas, viajó por Europa y Améríca (Argentina, Cuba, EEUU,..) para formarse y alcanzó una experiencia mercantil extraordinaria, que puso al servicio de su "Casa" y de los industriales jarreros, bajo la firma de "
Hijos de Etcheverría". Residente en Haro "sale a menudo, a oxigenar su espíritu, civilizado y culto, por las grandes ciudades europeas".
La "Casa de Banca" familiar no le ocupó del todo y se asoció al espíritu emprendedor del sector dominante en Haro y su tierra, llegando a ser un poderoso viticultor "con extensos cotos de platacioens americanas" y un adelantado consechero y vinicultor con una bodega puntera en la ciudad, cuyos productos salen al extranjero, en especial a Argentina.
Vivió "a la moderna" y en su casa, "con honores de palacio", nada faltó "para la comodidad y el refinado
confort".