En el largo período histórico -medio siglo- de secesión de La Rioja como provincia se han dado varios "hitos" destacados en diferentes fechas.
El de la "jura y acatamiento de las Cortes de Cádiz", el 15 de febrero de 1811, en la ermita de Los Nogales de Villanueva de Cameros, es uno de ellos. Hasta ahora la bibliografía riojana sobre el provincialismo nunca había escrito de él. Y también había llegado a las Cortes de Cádiz. Y mucho más, había sido leído por muchos "patriotas", pues fue publicado por uno de los periódicos de mayor difusión de esos años:
El Conciso de Cádiz.
Cerrado el año del bicentenario de "La Pepa" y siguiendo desconocido, pese a "los estudios históricos científicos" realizados, nosotros nos hemos molestado en teclearlo para darlo difusión entre los riojanos interesados. Es una de nuestras aportaciones al Bicentenario, entre otras que están en proceso de investigación, estudio y redacción.
Acta (continuación)
"En seguida salió el Sr. Comandante general, la Junta y todos los concurrentes a la pradera, que precede a la ermita, y puestos todos a caballo y colocándose la oficialidad en sus respetivas compañías, comparecieron montados delante del Comandante general, los Comandantes de caballería e infantería D. Francisco Salazar, D. Francisco Pedro de Gamba, D. Juan Antonio Tabuenca, y D. Juan Bautista Guergue; leída la fórmula del juramento por el mayor de Órdenes D. José María López, reconocieron y juraron sin limitación alguna, como lo habían executado en la capilla: y tomando un tanto de la fórmula, pasó cada Comandante a recibir el competente juramento de la oficialidad y soldados de su mando, que lo prestaron en la misma forma y con indecible satisfacción y alegría, repitiendo todos las voces del General: viva la patria; viva la religión de Jesucristo: viva el Rey Fernando VII.
Luego desfiló la tropa por delante del Comandante general, y de la Junta, repitiendo diferentes aclamaciones y voces de alegría, entre las que se oían las de
viva la unión de Rioja y Álava; y vivan los Cameros. Para solemnizar más el acto; y en consideración a que la bondad del sitio y del tiempo lo permitían, se corrieron lanzas por la oficialidad y tropa de caballería y se tiró al blanco por la infanteria.
Se dio ración doble de vino a la tropa y 4 reales a cada soldado, se corrieron dos novillos por la tarde, y la oficialidad tuvo cena, y la diversión que las circunstancias permitían por la noche.
Villanueva de Cameros a 15 días de febrero de 1811."