Nació en Tricio (La Rioja) el 24 de enero de 1809. Su familia, Ignacio Graells Ferrer, catalán de Balaguer (Lleida), médico, y Antonia Agüera Navarro, de Medina de Rioseco (Valladolid) viven poco tiempo en La Rioja y se trasladan a vivir a Barcelona. ciudad, que junto con Madrid, son los espacios vitales de Mariano de la Paz.
Años de Barcelona
Aquí se forma e inicia sus inclinaciones profesionales.
Es Bachiller en Filosofía en 1827, recibe el diploma de médico-cirujano en 1833, el título de Licenciado una ño despuçes y el de Doctor en 1835.
Los espacios que frecuenta en estos años de fuventud son: el balneario de Puda de Llobregat, en Esparraguera; la sede de la Real Junta de Comercio del Principado de Cataluña; la misma de la Sociedad Barcelonesa de Amigos del País; y la de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona.
Del balneario fue médico director de sus baños termales.
En la Real Junta de Comercio del Principado de Cataluña cursa, desde 1825 hasta 1828, Agricultura, Botánica, Física experimental y Química aplicada a las artes.
Es secretario de la clase de Agricultura en la Sociedad Barcelonesa de Amigos del País colaborando con una memoria dirigida a los viticultores con consignas sobre cómo combatir los gorgojos que destruyen los viñedos.
En la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona ingresa como académico en 1835 con una memoria para ser admitido en la sección de Zoología y Taxidermia bajo el título de Relación de los insectos que atacan a los olmos, moreras y álamos de los paseos interiores y extramuros de Barcelona; y también se hace cargo de la cátedra de Entomología, desde la que elaboró un trabajo dedicado a los insectos que atacan a los olivos. Poco antes de salir hacia Madrid presentó públicamente sus investigaciones sobre la incidencia de la temperatura en la metamorfosis de los insectos bajo el clima de Barcelona.
En los tres últimos espacios señalados se va materializando su vocación de naturalista con las memorias citadas sobre el estudio de los insectos (De 1833 es el nombramiento de corresponsal de la Société Entomologique de France), y con las publicaciones sobre botánica como un primer artículo sobre un calendario que detalla los periodos de floración de las principales especies vegetales presentes en Barcelona y sus alrededores.
Con este currículo parte para Madrid.
Años de Madrid
E n 1837 Graells se instaló en Madrid cuando ha cumplido los veintiocho años y aquí trabaja hasta el Año del Desastre cuando muere el 4 de febrero de 1898. Toda su carrera se desarrollará en el Museo de Ciencias Naturales, la Universidad Central y la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.Pese a haber descrito infinidad de nuevas especies de insectos, fundamentalmente escarabajos y saltamontes, el nombre de Graells ha quedado asociado de manera muy especial al de una mariposa, la Graellsia isabellae, descubierta en 1848 durante una de sus excursiones campestres por los pinares del Sistema Central (Sierra de Gredos). El naturalista realizó la descripción del hasta entonces desconocido animal y dedicó la nueva especie a la reina Isabel II quien, agradecida, segú cuentan, lució un ejemplar del lepidóptero engarzado en un colgante durante un baile celebrado en palacio. las de signo tradicional y conservador.
En la Universidad Central ocupó la cátedra de Zoología Anatómica y Fisiológica Comparada desde 1845 dando entidad académica a la asignatura y formando un grupo de alumnos que continuaron sus inquietudes. Fue, por tanto, el principal profesor de Zoología del país y el educador de la primera generación de naturalistas titulados.
Delegado español en
Congresos internacionales
En 1855 fue elegido uno de los tres primeros delegados de la Société Impériale Zoologique d’Acclimatation en el extranjero, junto a otros colegas de Londres y Turín.
También, en estos años, apoyó la fundación de la Sociedad Española de Historia Natural y promovió la Comisión Científica del Pacífico (1862-1865), expedición de naturalistas españoles (Marcos Jiménez de la Espada fue el zoologo) que recorrieron gran parte de la América del Sur, América Central y California y cuya figura más destacada fue Marcos Jiménez de la Espada (1831-1898).
Otra de sus líneas de investigación fue la del control de plagas de insectos fitófagos, como la langosta, lo que le acreditó para ser comisionado por el gobierno de España en los Congresos de Lausana (1877) y Berna (1878), dedicados a organizar la estrategia de combate frente a la plaga de filoxera que arrasaba las viñas europeas.