en la memoria histórica
Los protagonistas
Durante el siglo XIX y gran parte del siglo XX, han destacado un grupo de profesionales, naturales de La Rioja, dedicados al mundo de la música.
Algunos son suficientemente conocidos. Otros no tanto. No obstante todos tienen la entidad suficiente como para que sean recordados en el ramo de la música.
A todos está dedicada esta página como homenaje y tributo de memoria histórica.
Década de la 'revolution'
Me consta, por experiencia propia y ajena, que algo se movió en los sesenta en torno al ocio. Las piedras se lanzaron en París, en Liverpool, en California, ... y sus ondas expansivas llegaron debilitadas a Madrid y casi muertas a La Rioja. El mayo del 68, la música de los Beatles, la moda hippie dejaron influencias novedosas para el tiempo libre, no cabe duda, aunque no tantas como en su día fantaseamos y muchas menos de las que aún hoy fabulamos.
Se movió en primer lugar la filosofía general. De la visión quietista del mismo, o del ocio como descanso para reponer energías entregadas al trabajo, se fue lenta, pero sin pausa, cambiando el paso hacia el ocio activo, en algunos casos, tan agotador, como su opuesto. Esta es la gran revolución del recreo de los sesenta que ha llegado hasta nuestros días.
Las 'vivencias' musicales
Dominan las 'vivencias' colectivas musicales en 'torno' a grupos organizados, pero no faltan las manifestaciones de base colectiva en beneficio del público en general. Así se organizan
días de la jota, para el disfrute de la población, como también 'conciertos colectivos' para el público en general en espacios al aire libre, como ejemplo tenemos los conciertos dados en
'El Espolón' por las 'bandas de los regimientos'. También los empresarios de 'la restauración' amenizan sus locales con
bandas,
orquestas,
rondallas, músicos profesionales de dentro de nuestra tierra o contratados de fuera.
MÚSICA INSTRUMENTAL
La historia es larga. Se escribió de
'Estudiantinas',
'Rondallas' y de otros grupos de instrumentos de cuerda durante el siglo XIX y también del XX.
Unos alcanzaron fama, e incluso fueron 'leyenda', aunque los más convivieron con sus paisanos y no salieron de su tierra.
Pero todos crearon un substrato de convivencia, de cultura, de hermandad que fue muy sólido en -y para- La Rioja y en especial en -y para- Logroño su capital.
Aquellos tiempos del 'Kiosko' en 'El Espolón'
Siempre quedaba el 'Kiosco'
Mientras unos pasan, y llegan otros, sean infraestructuras y personajes, hay en la ciudad algunos 'símbolos' que resisten y prolongan su presencia y eficacia socializadora alimentando los modelos pretéritos del descanso ortodoxo. Entre ellos, el "gran héroe" fue el Kiosko del paseo del Príncipe de Vergara, o del "El Espolón". Desde 1892 hasta 1953 es 'la base' para las 'citas' y para los 'quedes' de los jóvenes y no tan jóvenes de la población. La música, acomodada a los gustos de cada época, es tal vez la excusa, pero es verdad que cuando faltaba, todos, 'chicos' y 'grandes', se sentían incómodos. Carecían de algo con lo que siempre contaban para bailar, para cantar, para discutir, para mirar o para silbar. La nostalgia con la que hablan los que lo disfrutaron y denostaron, también, sigue emocionando a los que no lo conocimos.
Se merece un homenaje, o tal vez una restitución en alguno de los muchos lugares recoletos que aún quedan en la ciudad. Nos ahorraríamos muchas facturas en tablados y tenderetes. Y tal vez, eliminaríamos algunos peligros y no pocos accidentes. ¡Concejales, aquí hay un buen tema!
Memoria
De antaño y hogaño en la música
Pretender resumir dos siglos de música (el XIX y el XX) es, sin duda una temeridad, pero se hacen necesarias un grupo de 'notas' para establecer un 'hilo' explicativo de este ramo cultural de La Rioja.
En el siglo XIX -en especial desde mediados del mismo- encontramos 'artistas descollantes' y conocidos a nivel nacional nacidos en La Rioja como es el caso del tenor
Manuel Sanz, nacido en Entrena y de algunos otros que incluímos en el menú superior. Como también 'agrupaciones colectivas' afamadas, en especial en el campo de la
música instrumental.
En las dos últimas décadas del XIX se agolpan músicos e intérpretes riojanos destacados, sobre todo en la capital del reino, y más aún en nuestra tierra que hacen de la música su modo de vida (
Bonifacio Pinedo,
Lucrecia Arana), por ejemplo, son los más sobresalientes. Ambos grandes intérpretes. Pero también hay conocidos compositores que forman todo 'un clan de riojanos' en Madrid en los años puente entre ambos siglos (
Enrique López-Marín, Moisés Iglesias, ...) y en Logroño -capital- están
Hipólito Rodríguez o la
familia Uliverri auténticos 'trabajadores' de la cultura en general y de la musical en particular. Y también existen otros que van saliendo a la luz, como Ruperto Ruiz deVelasco, que gracias a
'Piedra de Rayo' -mayo 2012, nº 40- sabemos de su biografía.
El siglo XX se alimenta de épocas pasadas, de recuerdos de los 'días idos', y tenemos que esperar a los 'felices veinte' y en especial a los años de la IIª República, para ampliar las vivencias musicales. La cima está en
'La Sociedad de Conciertos' y el influjo del 'maestro' Gasca.
Cerramos el siglo XX con lo relacionado con los 'cuarenta años' de dictadura. Los 'goces' anteriores musicales se vierten en restrincciones -como sucede en todo los demás-. Son los años de los 'animales' en la música. La “Vaca lechera”, “La ovejita Lucera” y otros animales, -¿recuerdan aquella de cuando se iba “El Caimán”?-… y “los angelitos negros”,… Los 'discos dedicados' saturaron las ondas, y en las fiestas populares en plazas o “jardines” los cohetes hacían “xiuuu”, “pum” y “pam”- para ajustar los “agarrados”, o “la conga”.
Música en la Dictadura. Memoria
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"La vaca lechera"]:
La Vaca lechera, “La ovejita Lucera” y otros animales, -¿recuerdan aquella de cuando se iba El Caimán y “los angelitos negros”,… saturaron las ondas de “discos dedicados”, y en las fiestas populares en plazas o “jardines” –con los cohetes que hacían “xiuuu”, “pum” y “pam”- se ajustaban los “agarrados”, o “la conga”, para alimentar la afectividad de los que fueron haciéndose abuelos en plena dictadura a base de “método Ogino” y moralina.
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'Los vinilos' de los sesenta]: Los vinilos, hoy en bolsas, ya no son discos, sino vivencias agarradas al pasado. Jirones de la vida enmarcardos en el pretérito. Experiencias personales que narramos emocionados por el gozo o la tristeza. Y tal vez melancolía de juventud.
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Discos 'no radiables']: El canon de calificación de lo que no se puede emitir por radio en la década de los sesenta se ajusta a tres tipos: prohibido, sólo para audiciones privadas y puede ser radiado a partir de las 23 horas.
Que se consideren "no radiable" en el año 1961
Tápame, tápame, que tengo frío,
Serías mi muerte (Pepe Blanco) o
Ven Cirila, ven (1964), está en la lógica moralista y pacata de la época, pero cuál ha sido la razón para hacer lo mismo con
Mi ovejita Lucera,
La zarzamora u otras que aún están grabadas en la memoria de los que estrenabamos pantalones largos en aquellos años?
Los archivos de Información y Turismo esconden muchas de las miserias y pequeñeces de los "años de las revoluciones".