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TRAPERÍADEKLAUS,
C/ Somosierra 7 y
Escuelas Pía, 7
PRECIO 12 €
El régimen republicano tuvo dos momentos álgidos en La Rioja coincidentes con la proclamación de la República: el primero el año 1873 y el segundo en el sexenio entre 1931 y 1936. Pero también se mostró sólido, por unas u otras causas, en distintas épocas de la cronología histórica. Una de ella se recoge en esta publicación cuando en 1883 se aprueba, en la Villa de Haro, una Constitución Republicana del Estado Riojano.
El núcleo central de este libro que editamos es la publicación en edición facsímil de todo el articulado de la Constitución, tal y como salió de la imprenta en su momento, pero también contextualizamos este hecho histórico, y para ello recorremos de manera muy sucinta la evolución de todo el movimiento republicano en La Rioja, desde sus comienzos, en el 'Bienio Progresista' (1854-1856), hasta el 'golpe militar' de Julio de 1936.
En los inicios, en los primeros años de la década de los cincuenta del siglo XIX, parece dominar el personalismo en torno a la figura de Ramón Ortigosa Valdés, Este crea en 1852 una sociedad de recreo con el nombre de 'Círculo de La Amistad' y desde aquí va organizando el 'Partido Demócrata', ayudándose de las influencias y de algún medio de prensa como 'El Ebro'. A su muerte muy joven (1863) hereda el republicanismo logroñés Alberto Ruiz y Royo.
El 'Sexenio democrático' liderado por Alberto Ruiz alumbra otros líderes que juegan un buen papel entre 1868 y 1873. Alcanzan buenos porcentajes en las Elecciones y sobre todo, arrastaran a otras poblaciones (Cervera y Ezcaray) hacia el régimen republicano. Es la hora de Francisco Sicilia de Arenzana, Pablo Alemán, y de algunos jóvenes, como Juan Manuel Zapatero Castillo y Francisco de Paula Marín Riaño.
Estos dos últimos son protagonistas destacados del año 1883, el año en que se publica en la primavera la Constitución que editamos, y también se produce el movimiento rupturista con la monarqwuía al armonizar la 'sublevación' militar en el verano en Santo Domingo de la Calzada. Ambos hechos, y otros precedentes, producen una seria desorganizción del republicanismo que solo emerge en 1903 con la muerte de Sagasta y con la elección de Donato Gómez Trevijano como Diputado a Cortes y siete años después (1910) de Mauricio Ulargui Jiménez como Senador del Reino..
Hasta mediados de los años veinte los republicanos convivieron con los monárquicos liberales, pero cuando Primo de Rivera dio el golpe militar en 1923, su dictadura fue una "fábrica de republicanos". El consenso unió a todos: a los republicanos de siempre: Francisco Zuazo Quintanilla, Basilio Gurrea; a los 'gatos' (nuevos republicanos) como Jesús Ruiz del Río; a los líderes del 'Partido Obrero': el PSOE /Andrés González); y también a una rama de los monárquicos liberales, la liderada por Amós Salvador Carreras. Juntos traen y pilotan la IIª República en La Rioja hasta el verano de 1936.