El
río Ebro es la frontera natural con el norte y vivifica a una parte
muy destacada de la Comunidad de La Rioja. Pero a su vez, de tarde en tarde, se cobra su tributo
de muerte. El que presentamos en esta página ha sido uno de los que la historia señala con un mayor saldo trágico.
Aquí recogemos un suceso de grandes proporciones: el hundimiento de una barcaza
tendida para cruzar el Ebro en las proximidades de Logroño capital, en la
que mueren 90 soldados de guarnición en la ciudad.
Sucedió pocos días antes de las fiestas mateas de 1880. Y es que el
día 9 de agosto se había hundido el enlace provisional de madera
que unía las dos partes del puente reconstruidas después de
una crecida, y para poder trasladarse a la otra orilla, pontoneros del ejército
venidos de fuera de la ciudad habían instalado, aguas arriba del puente
de piedra, en la zona conocida como el Picón, "una doble barca
con plataforma y sirga".
"El día 1 de septiembre de 1880, cuando el Regimiento de Infantería de Valencia,
de guarnición en la ciudad, pasaba el campo de maniobras de la otra
orilla, y la barca cargada de tropas se hallaba a poca distancia de la orilla
derecha, zozobró repentinamente a causa, probablemente, de la desigualdad
de la carga, ahogándose noventa individuos, casi todos por los empujones
de unos contra otros y salvándose los que tuvieron serenidad para mantenerse
derechos y firmes en el agua, que no llegaba a cubrirles".
Tumba en el cementerio
En el cementerio de Logroño está esta tumba en memoria de los muertos en la tragedia del río con una placa dorada con dedicatoria.